Era de prever, tenía que suceder, pues vivimos en tiempos en
los que la política la dirigen los grandes poderes financieros y los diferentes
ministerios no son ya más que sucursales de los de Economía y Hacienda, que
tarde o temprano la otrora grandeza del Tribunal Constitucional terminaría rebajada
a tener que decidir sobre si la paga extra de Navidad a los funcionarios vascos
es o no es legal.
Pues bien, yo, la verdad, albergo serias dudas al respecto
que quiero compartir con todos vosotros. Y es que veréis, el propio Benedicto
XVI ha insinuado en su libro “La Infancia De Jesús” de reciente publicación
que, para estupor de los fabricantes de figuritas para Belenes, lo de la burra
y el buey es pura metáfora, y que el pesebre, en fin, es solo una manera de
sugerir el origen modesto de Jesús, sí, ese mismo que todos llamaban de Nazaret,
vete tú a saber por qué. Aunque igual, tal vez, solo una idea, apunto, era
porque había nacido en Nazaret, claro está, que si no le hubieran llamado Jesús
de Belén, digo yo, ya que afirmar lo contrario sería como asegurar que Manuel Benítez
“El Cordobés” era de Barcelona.
Tampoco parece que lo tenga muy claro el señor Ratzinger en
lo que respecta a los pastores, aunque afirma que una vez asumido lo del
pesebre y una vez que nos hemos inventado la mula y el buey, lo normal es que
por allí hubiera cuidadores de animales. Irrefutable.
Después afirma el Papa estar de acuerdo en que con el año de
nacimiento hay cierta confusión, menos mal que lo reconoce, aunque es seguro,
dice, que Jesús nació antes de la era cristiana (sic) Vaya, eso sí que es una insólita
revelación. Aunque no tan insólita como cuando afirma que es imposible saber si
hubo en Palestina un registro, censo, catastro o cualquier otro tipo de actividad similar que hubiera obligado a José y a María a desplazarse desde su pueblo hasta Belén porque, según él, aquella es una época muy lejana de la que no se
sabe mucho. ¡Sorprendente! Los historiadores insisten en afirmar que de
pocos periodos de la época romana se sabe tanto como de aquellos días. Al
parecer la Roma de Augusto fue estudiada con detalle por los propios
historiadores romanos contemporáneos de Jesús, desde Tácito a Plinio, y desde
entonces hasta nuestros días por una pléyade de magníficos historiadores de
todo el mundo. Y todos coinciden en asegurar, qué casualidad, que no solamente
no hubo catastro ni censo alguno en aquellos días, sino que no lo hubo en todo
aquel tiempo y que, de paso, ya solo por fastidiar, y aunque nadie les pregunte, Herodes
llevaba muerto varios años cuando Jesus nació, por si alguien se quiere dar por
enterado, lo que acaba de una vez por todas con el bulo de la ejecución masiva
de recién nacidos y, lo que es más sangrante para mí, arruina mi escena preferida y más
divertida del musical Jesucristo Superstar.
Así que volviendo a la paga de Navidad cuya legalidad hoy se
cuestiona el Tribunal Constitucional, igual habría que sugerir que no sería la
paga en sí misma la que debería ser declarada ilegal sino más bien la propia Navidad.
Pues no habiendo nacido Jesús en Diciembre, ni en Belén, ni en un pesebre y no habiéndole
acompañado ni mula ni buey, y de los pastores vete tú a saber, y no teniendo
nadie ni la más remota idea de en qué año (de la era pre-cristiana, por
supuesto) nació, igual sería lo más conveniente, sugiero, declarar la gran
mentira navideña inconstitucional y darle a los funcionarios vascos y no vascos
la paga extra esa, de lo que sea, llamémosla "X", que el gobierno les ha quitado
porque le ha salido de allí, es decir, del mismo sitio de donde le ha salido a
la iglesia católica decirnos durante todos estos años que Jesús nació donde nació, cuando
nació y acompañado de quien nació.
Amén
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