jueves, 7 de julio de 2011

Los piratas eran ellos

No pararon hasta que consiguieron que nos cobraran un impuesto preventivo, un canon digital que presuponía que éramos culpables de copiar fraudulentamente material de otros, negándonos la presunción de inocencia, uno de los pilares básicos de nuestro estado de derecho. Nos bombardearon con anuncios que nos comparaban con vulgares carteristas, con desalmados arrancadores de bolsos sobre motos ruidosas. Pretendieron convencernos de que copiar una canción o una película era como robar un coche deportivo o un diamante, obviando el hecho de que mientras estos son artículos de lujo, la música y el cine son cultura, y como tal, pilares de nuestra sociedad, de nuestra democracia y de nuestra libertad, a los que todos deberíamos tener pleno y garantizado acceso. Se colaron en bodas como falsos invitados, para filmar inadvertidamente a los novios y presentarles una demanda después por haber bailado “Paquito el Chocolatero” o “Macarena” sin pasar por caja antes. Denunciaron a ayuntamientos de 3.000 habitantes por representar obras de teatro del siglo XVII en la plaza del pueblo una noche de verano sin abonar las tasas correspondientes. Pretendieron cobrar de conciertos benéficos más dinero en derechos de autor de lo que se había recaudado en taquilla. Acribillaron a bares de barrio por encender una tele o poner una radio para entretener a la clientela. Y todo lo hicieron al más puro estilo mafioso, aunque sin necesidad de ametralladora, que para eso el gobierno aprobaba leyes que les hacían el trabajo sucio. Quisieron hacernos creer que eran los adalides de los artistas y creadores. Que defendían sus derechos y sus obras. Y al final va a resultar que no éramos nosotros los deshonestos, ni los ladrones, y que los piratas eran ellos.

7 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho. Escribes muy bien y me das envidia :-)

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  2. Es lo que tiene vivir en el reino de la chapuza que tiene por habitantes a una pandilla de chorizos.
    Por suerte a todo cerdo le llega su San Martín.

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  3. Venga Mojo, que seguro que tú haces las casas mejor que yo, eso sí me da envidia...

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  4. ...Y aunque tus palabras hacen vibrar una cuerdecita en mi corazón y me muera de gusto ante la simple idea de que esos canallas paguen finalmente sus abusos y su arrogancia, la presunción de inocencia, esa que blandimos con vehemencia, esa que exigimos con valentía, esa debe ir en dos sentidos: echo de menos en tu artículo una palabra que considero irrenunciable: "presuntos". Los presuntos ladrones eran ellos.

    Así tal vez algún día logremos que en este país lo que se pague sea un "presunto" canon digital... ;-)

    xx

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  5. Presuntos ladrones? Los de la SGAE? Jajajajajajajajaja! Muy bueno Erik. Tómate algo a mi salud que pago yo ;-)

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  6. Y por cierto, te acabo de demandar (a la SGAE, por supuesto) por "adornar" este blog con una foto mía sin la debida autorización y sin abonar los merecidos derechos de autor. Joder con el top-flickr...

    A partir de ahora hemos decidido , el altísimo (Teddy) y yo, que cada vez que te compres una tarjeta de memoria o pulses el disparador de tu cámara me habrás de ingresar en mi cuenta un "piquito" por si acaso te da por volverme a copiar o utilizar una foto mía.... Que digo por si acaso, por que SE que lo harás y porque ERES un delincuente y un chorizo. Presunción de inocencia, pfffff, que absurda pretensión!!!

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  7. El altísimo, Teddy y tú, sois tres personas distintas y un solo ladrón verdadero? Además, como modelo, yo no he recibido un euro, y es evidente que este robado lo has hecho sin mi consentimiento y pillándome totalmente desprevenido. O sea, lo dejaremos en autoría compartida... y cobramos de la SGAE los dos al 50%. O mejor que nos lo ingresen en la empresa paralela esa que hemos creado tu y yo para desviar nuestros sacrosantos derechos de autor.

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